Todo empezó el 1 de noviembre de 2010, cuando mi hermano Borja decidió apuntarse a unas clases de teatro para, como él dice, quitarse las capas de la cebolla, romper la rutina, abrirse. Y no ha terminado, pero el 29 de junio ( ya sé que han pasado bastantes días en los que he ido de aquí para allá, haciendo y deshaciendo maletas) subió al escenario con su grupo para representar "La boda", de Anton Chejov, ante una sala repleta de personas entregadas. Te muestro a Borja feliz después de la descarga de adrenalina que le provocó su papel de "pérfido", el programa y añado un link al diario que ha ido escribiendo durante estos meses sobre su nueva experiencia.
http://misclasesdeteatro.blogspot.com/
Al acontecimiento asistimos, entre otros muchos, 11 entusiastas espectadores, familiares y amigos de Borja, deseosos de verle sobre el escenario. Hasta Gonzalo se "acerco" desde Burgos con el único propósito de asistir a la representación. Toda una hazaña. Llegamos a la entrada del teatro, en el centro de Sevilla y pasamos por taquilla, con entradas reservadas, eso sí.
Chejov, maestro del relato corto "naturalista", escribió "La boda" en 1889. Mientras se celebra, en la Rusia del siglo XIX, aparece un curioso personaje, el contra-almirante retirado, Rievúnov-Karaúlov, quien destapa en clave de farsa todo el interés que hay tras el supuesto amor de los novios. Una trama universal y, no siempre, menos mal, bastante habitual en el comportamiento humano. La sala, como te decía, a tope. En el escenario, lo esencial.
Otra curiosidad sobre Chejov es que compaginó literatura y medicina. La tuberculosis que acabó con su vida en 1904 quizá le llevo a escribir un monólogo titulado "Sobre el daño que hace el tabaco". No hay duda de que fue un precursor, cuya obra sigue ayudando a crear.
Borja nos había dicho que su aparición era breve y al final. No es cierto. En su papel de "pérfido", contrata al falso general o contra-almirante, lanza una sonrisa y apuñala por detrás, enreda, vamos que se encarga de hurgar en el alma y las verdaderas motivaciones de los protagonistas e invitados a esa boda.
Para nuestra alegría, fue divertida, ágil e hizo reir incluso a los niños y adolescentes que venían con nosotros. Ëxito total. Enhorabuena Borja y espero poder asistir el año que viene a otra representación de vuestro grupo.