No ha cerrado sus puertas. No, porque más de 15 millones de personas conservan en la memoria momentos irrepetibles vividos en ese espacio, o mientras iban a ver una película, o cuando salían. Una madre con sus tres hijos sale de ver el estreno de "E.T", en 1982. La pequeñaja llora y llora de emoción tras haber volado en una de las bicicletas y liberar al extraterrestre que ha entrado a saco en nuestras vidas. Un grupo de amigas acude al estreno de Jesucristo Superstar y se cruza con una manifestación en protesta por la película; gente portando velas y rezando el rosario. Su proyección fue un escándalo. Alguien lanzó huevos de tinta contra la pantalla y todos los días se rezaba ante la entrada del cine. Compramos las entradas y entramos.
El Palafox abrió sus puertas el 3 de octubre de 1962 con "Barrabás" y un formidable Anthony Quinn. Fernand Genilloud, quien colaboró también en la remodelación de la embajada de Francia y la Casa Velázquez, fue el arquitecto contratado por los hermanos Gómez Ezquerra para transformar una fábrica de producción en "el mejor cine de Europa". 1.500 metros cuadrados de planta, más de 1.400 butacas, una cúpula de pan de oro, un mural de cristal y cemento de Padros.
Sí, es cine, arquitectura, un personal atento, educado, de la familia, y eventos de todo tipo, como cuando un debate con Manuela Carmena, 3 de octubre de 2015, colapsó la Calle Luchana. Ella salió a saludar y escuchó el "si podemos". Su sala grande, se reformó en 1995 creando tres espacios, ha acogido desde pases de prensa; reuniones de todos los partidos políticos; comidas de todo el sector cinematográfico de España, entrega de premios incluido; hasta asambleas de Endesa o de la E.M.T, y de postre la convocatoria de huelga. Por su entrada han pasado Ava Gadner, los Bravos que llegaron en calesa al estreno de "Los chicos con las chicas". Y seguro que tú.
Hace pocos días, al salir de clase de ópera con una amiga, Lorenzo Caprile estaba bebiendo leche merengada mientras miraba a través de las grandes cristaleras del Palafox. Esperaba a un amigo para entrar y ver "Pesadilla en Elm Street". Amable, encantador, me contó que viene a menudo a este cine y recordó, para él una película especial, "Lo que el viento se llevó". Sólo unas pinceladas, aunque no necesita presentación: creador de los modelazos que llevaron la Reina Letizia en su presentación ante la realeza europea con motivo de la boda de Federico y Mary de Dinamarca; el azul perla que lució en la cena previa a su boda; y el que vestía Emma Suárez en los últimos Goya, ganó "dos cabezones". Todavía estás a tiempo de ver y escuchar en un cine que se ha adaptado a los tiempos sin perder su esencia, la siguiente escena.
O ver suplicar a Ingrid Bergman "play it , Sam"......
No, Palafox, no cierras tus puertas, sino que abres las esclusas de los recuerdos y pones a prueba nuevos proyectos. Continuar con las clases de ópera, bajo la batuta de un profesor, Víctor Dogar, que nos enseña, disfrutando, con la ayuda de Maite.
¡¡¡¡¡¡Larga vida al Palafox!!!!!!!! y un millón de gracias Juan Ramón por tantos momentos gloriosos.
Agradecimientos: Han sido muchos los amigos que me han contado anécdotas, sugerido músicas, me han facilitado todo. Sabes que me refiero a ti, a ti, a ti......Un millón de gracias.