viernes, 30 de noviembre de 2012

CANOE, PUNTO DE ENCUENTRO


        Tienes razón ¿Por qué no pasear un poco por Madrid? Una ciudad que adoro y donde, también, lo paso pipa. Dáme la mano, si quieres, y vamos, en primer lugar, al mejor lugar para nadar: El Canoe. Cuando regreso de un viaje, una de las mayores alegrías es volver ahí; reencuentros, nadar, saludos, nadar, charletas, nadar. Aquí tienes la piscina cubierta y la que llamámos "El Globo", olímpica y al aire libre desde mitad de mayo.









           Ese día, víspera de una competición, el equipo Máster estaba machacándose, como siempre, para dejar muy alto el pabellón del Club. Lo consiguieron, claro.





    No hace falta ser del equipo para ir todos los días a nadar. Una muestra de nadadores constantes y disciplinados, mientras en la otra zona de la piscina entrenaban los chicos de waterpolo, que siempre acaban echándonos algún balón ¡ Hay que subir esa red!













           Llega el día del Trofeo Canoe. Nervios, el espíritu de Luis Córdova revoloteando entre todos nosotros y un fotográfo de excepción: Gonzalo de Benito, a quien agradezco de corazón que estuviese a pie de obra durante toda la competición y cena posterior. Gonzalo, quedas nombrado fotógrafo oficial del Trofeo. Te lo has ganado a pulso. Las siguientes fotos son suyas.







         Emocionante ¿no crees? Sí, vas a ver al fotógrafo no en bañador, sino disfrazado con bigotito y gafas en una fiesta de cumpleaños. Es el del fondo a la derecha.




      El Canoe también son sus socorristas, el emparrado que cubre la cafetería, los espacios verdes. Pero lo mejor, su gente: cálidez y calidad humana a chorros.





           Madrid,  a pesar de la crisis ya empieza a oler a navidad. Será mejor agarrárnos bien fuerte al salvavidas.



viernes, 9 de noviembre de 2012

SONRISAS Y RISAS


       No quiero dejarte con el sabor de la destrucción causado por Sandy. Antes de empezar a hacer las maletas ¡horror! contempla conmigo, por favor, las imágenes de la nevada que cayó sobre Princeton, fue llevadera y preciosa.








          Sé que la del banco en el parque está movida, pero me encanta porque las circunstancias en que la saqué eran de película.











        Vamos a compartir una enorme tarta de crema de nieve; es lo menos que puedo hacer después de dos meses gozosos aquí; agradecida, más que nunca, a la buena gente que he encontrado cada día. Un millón de gracias por hacerme la vida tan divertida y agradable.












         De las eleccciones ya lo sabrás todo. No me dejaron sacar fotos en el interior del colegio electoral, aunque sí tuve la oportunidad de entrar en la cabina con Charo y ver el sistema electrónico de votación. Aquí la tienes sosteniendo éste país. Un trillón de gracias por aguantarme.