lunes, 14 de enero de 2013

VIDA Y CINE


            Quien elabora un blog sabe que puede ver el número de visitas por entrada y el mapa de países donde te leen. Mi sorpresa maravillosa de hoy ha sido comprobar que alguien sigue "Desde los tejados" en ¡Kazajistán! Sé que tú en Cánada estás ahí, en UK, Croacia, Francia, Colombia, USA, España, Suiza, Ecuador, Qatar, Rusia, Letonia, Japón, China, Bélgica, Chile, Argentina. Y cuando la vida aprieta, sabes que lo hace muy a menudo, una manera estupenda de relajarme es hablar contigo, allá donde estés. Esta entrada/post comenzó en mi cabeza cuando hace unos días tuve la oportunidad de volver a ver "La doble vida de Verónica", de Krysztof Kiéslowski, a quien conocí a principios de los 90.




        Nunca olvidaré aquel momento. Él estaba en Valladolid, en el Festival Internacional de Cine, SEMINCI, para presentar "Azul", la primera película de su trilogía " Tres colores", un homenaje a la bandera francesa. Tuvo dos días llenos de entrevistas y en una de ellas, a un cámara de televisión se le ocurrió decir: "podría mover un poco la silla para tener mejor luz". Con toda amabilidad, pitillo en mano, Kiéslowski le contestó: "me va a decir cómo debo situárme para que los planos salgan bien". Me tocó con todo gusto distender el ambiente.



     Con los años soy consciente de la valentía de aquel cámara que le propuso a un maestro del color, las luces, sombras, contrastes y oscuridad, mover unos centímetros su silla. Era, pese a su aspecto duro y adusto, la cara esculpida a golpe de cincel, un poeta con mayúsculas. Sus películas me siguen deslumbrando ¿Te has fijado en la evolución del ambiente que rodea a  la anciana que intenta echar la basura en un contenedor a lo largo de "Azul, Blanco y Rojo"? Libertad, igualdad, fraternidad. Sólo en la última, ella cada vez más encorvada, alguien le ayuda a levantar la tapa. Una imagen que también está presente en "La doble vida de Verónica". Qué decir de la música de Zbigniew Preisner.



      Polaco, de joven bombero, después uno de los mejores directores del cine europeo, echo de menos a creadores como Kiéslowski. Tras su "Decálogo", alguien le preguntó si creía en Dios y contestó : "Yo no creo en Dios pero mantengo una buena relación con Él".  Si revisas su obra no perderás el tiempo, te lo aseguro.



     Aunque no sé si compartes mi admiración por Krysztof Kiéslowski, Amador va por ti, nos une el amor a la vida y al cine.


2 comentarios:

borislavadjoneva dijo...

Gracias por compartir con nosotros tu experiencia con este genio del cine. Me encanta Kieslovski..Creo que he visto "Rouge" como mínimo cinco veces.

P3p0t3 dijo...

No lo conocia. Gracias por el regalo.