En Washington, DC he visto muchísimas personas acarreándo sus pertenencias en bolsas, carritos: homeless. No es una ciudad idílica ni siempre hace buen tiempo, sobre todo para ellos. Dejo, pues, para mañana datos históricos de interés: la esclavitud y como contribuyo, a base de latigazos, al crecimiento económico de la ciudad; guerras; incendios; George Washington; Abraham Lincoln. Hoy me centro en dos aspectos: los homeless y la Masonería.
Una amiga me comentaba ayer que el cierre de todas los centros psiquiátricos es una de las causas del aumento de los "sin techo". También lo vivimos en España ¿o no? Es complicado encontrar datos fiables sobre su número en la capital federal; lo que está claro es que desde que se desencadenó la crisis el porcentaje ha aumentado, según cifras de medios de comunicación, más de un 30%. Sí, están por todas partes y no voy a ponérme en plan moralista.
Te anunciaba al inicio que también voy a hablar de la Masonería, introducida en las colonias por los británicos en 1730. Washington, DC fue planificada y edificada de acuerdo al cánon masónico. Su primer arquitecto, el francés Pierre Charles L'Enfant era masón, aunque al cabo de un año se lo quitaron de encima. George Washington, Benjamín Franklin: masones. Edificios neoclásicos; escuadra, compás y regla; orientaciones de acuerdo a la astrología; símbolos masónicos en el billete de un dólar. Si te fijas, aparece en cada esquina. Dos de los ejemplos más destacados de ésta configuración son La Casa Blanca y el Capitolio. Ambos fueron inaugurados con sendas ceremonias masónicas y la piedra angular del Capitolio se colocó el 18 de septiembre de 1793, entre las 11:15 am y las 12:30 pm, cuando Caput Draconis estaba en Virgo.
Es, como ves, de estilo neoclásico, 229 metros de largo, 107 de ancho, 57 de alto, coronado por una cúpula añadida posteriormente y rematada por una estatuta de la libertad de 6 metros, esculpida en bronce y transportada por esclavos. Alberga la Cámara del Senado y de Los Representantes.
Andas por sus calles y encuentras policía por todas las esquinas; situaciones que creías desparecidas; y belleza.
No te vas a librar de más historia/s sobre Washington, DC
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