Antes, Mihae, quien no pudo venir porque su padre está aquí después de cinco años sin verse, me hizo otro regalo que me conmovió deeply. Ella no sabe cuánto significa para mi.
Hemos ido a hacer piezas de cerámica; a soplar las velas junto a Vitor en su cumpleaños; a otras clases en la universidad, donde me reencontré con Shakuntala; me han permitido sacar la cámara cuando quería.
Nunca olvidaré la amabilidad de Paloma y su familia; de Lotti y Jaime; los ánimos de Patricia; los huecos que siempre ha encontrado Alicia, quien nos hizo una cena del 10 con la mejor tarta de calabaza que nunca he probado; y por supuesto el "aguante" de Charo.
Tampoco olvidaré el bautizo/ cumpleaños de Dilam.
Ni por supuesto el subidón que tuve cuando llegué a mis favoritos en el Metropolitan Museum.
Y Degas, incluyendo esa bailarina que salió a subasta y nadie la compró. Yo lo hubiera hecho de tener la "paxta".
No tengo palabras para Turner. Desde que lo descubrí hace muchos años en Londres, siempre consigue que deshaga el camino andado y vuelva a sus pinturas resplandecientes.
Gracias también a ti, por seguir mis peripecias aquí y allá.