jueves, 10 de noviembre de 2011

PASEO POR HIGH LINE PARK

      
       La última escapada a New York la dediqué a pasear con tranquilidad por High Line Park, una demostración de que las mega-ciudades se pueden transformar para disfrutar más de ellas, hacerlas más acogedoras.


            Unas vías de un ferrocarril elevado, sin utilizar desde 1980, atravesaban la ciudad desde la calle 34 hasta más allá de la 14 por el oeste de Manhattan. El alcalde Michael Bloomberg promovió un concurso internacional para transformar los viejos railes en un parque, inaugurado en junio de 2009. Falta todavía el último tramo, pero los ciudadanos y visitantes podemos recorrer más de 2 kilómetros entre vegetación, bancos para comer o descansar y vistas fantásticas.







      Tiene varios accesos, algunos con ascensor. Como te decía las vistas merecen la pena. El Empire State aparece y desaparece a lo largo del recorrido.








       Durante el paseo te encuentras con todo tipo de personas, muchas de ellas simplemente disfrutando de lo que hay abajo o enfrente, sentadas en un banco.







      De repente aparece el Hudson, que acompaña hasta el final.







Ves edificios curiosos.




               Este banco te espera para un breve descanso.






       Hay más sorpresas cuando a lo lejos aparece entre brumas la Estatua de la Libertad.













       Puse los pies en la tierra en la 14 y fui en dirección contraria a un mercado que unos amigos me habían recomendado para comer. No importó, lo hice en el cruce de la 9 Ave con la calle 14, al aire libre, en un dinner con solera. No puedo decir como Dylan que he tenido tiempos duros en New York, aunque muchas personas seguro los tienen. No hay que olvidar ciertos aspectos de la vida.



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