INTIMIDADES Y DEDICATORIAS

     El día ha comenzado sin lluvia, con unos rayos dc sol intentando rasgar las nubes y escuchando los cantos de los pájaros desde ésta habitación.

                                           
         Para entonces, Charo ya estaba levantada, había desayunado y se había pegado a su ordenador.
                                           

       Estaba con el mio,enterándome de lo que pasa en España ( sigo las protestas y quería saber lo que había sucedido con la acampada en la Puerta del Sol) hasta que me ha avisado de que había discurso de Obama in live. He ocupado durante un rato el sillón enfrente de la TV para escuchar su discurso sobre Oriente Próximo y lo que más me ha gustado ha sido cuando ha pedido perdón por la violencia de EEUU en muchos lugares dc esa región. Todo un detalle. Y luego el bla, bla, bla, que ya habrás oído, visto o leído en algún medio de comunicación.

           De la clase de hoy mejor no hablar, pero últimamente tengo incontinencia verbal. La teacher, con una paciencia infinita, se ha dedicado durante ¡hora y media! a hablar del deporte nacional de aquí: el beisbol. Todo porque tres alumnas: dos chinas y una india, estaban interesadísimas en conocer todo los relativo a ese juego. Susan Colby ha sido capaz de dibujar el terreno dc juego, explicarnos la función de cada jugador, del árbitro, los principales equipos de EEUU, hablarnos de expresiones coloquiales. En un momento determinado, he sacado a relucir la natación y la figura de  Michael Phels y sus ocho medallas de oro en Pekín. No ha servido para nada. Al cabo de media hora no he podido contenerme y he hablado del orgullo de España cuando ganó la copa mundial de Fútbol. Daba igual: beisbol y más beisbol. Así que a little fed up, en vez de quedarme a la siguiente clase, he ido a ver un mercadillo.

     Y después,  Isabel, he buscado un sitio ideal para comer. Enormes taburetes de cuero, tipo old fashion.

      Unos fettucini con pollo, acompañados de una cerveza y enfrente un encantador y macizo camarero, preguntándome si todo estaba bien.  Le he dicho que volvería.

                              
      Sobre los árboles, Carmen Ortega , me han dicho que sí se      pueden talar en caso de que estén enfermos, pero sí los cuidan a tope. Depende también de las leyes de cada Estado. De hecho puedes tener un árbol en tu jardín y el Estado decidir que es público aunque sus raíces estén machacando el suelo de tu casa.

     Otra dedicatoria. En esta ocasión a Silvia. Tienes una calle con tu nombre en Princeton.

    Acabamos de venir de cenar en un indio donde todo estaba riquísimo. Eso sí, nos hemos llevado la botella de vino, Termino con una sugerencia de Carmen de la Peña, dedicada a Mercedes.Una vez más, está al alcance de un click...........
http://www.youtube.com/watch?v=KTSG5PGCceM