sábado, 22 de octubre de 2011

ANDANZAS EN NEW YORK I.

       La última visita a New York no te la puedo contar en una entrega, por los menos en dos o quizá tres. Fui más temprano que la vez anterior y a las 10.45 estaba a la puerta del Metropolitan Museum, uno de los más completos de la ciudad.


     
          Una  vez dentro, tienes que decidir qué ver. Imposible hacerlo todo en un día. Empecé por la primera planta: Arte de las Épocas griegas y romanas; Maya; Nueva Guinea; Contemporánea; una sala dedicada a estatuas de la República del Congo y Camerún. Se llama, con mucho acierto "Heroic Africans: Iconic Sculptures" Ahí no puedes hacer fotos. El resto, aquí tienes una muestra.


 



   Una estatua de bronce, impresionante, del emperador Trebonianus Gallus, un desconocido para mi. Es lo malo, te dices "qué ignorante soy" Pero a disfrutar y aprender.





        Después llegas, si quieres, a Nueva Guinea, con ésta enorme ave suspendido del techo, elaborado con pequeñas pieza de madera, como un rompecabezas.




       O la siguiente embarcación, en la que encantaría navegar.


        Una muestra de Arte Maya.




    Cambiamos de siglos, no de planta. La voluptuosidad exquisita de Modigliani. Las diferentes maneras de ver a una mujer leyendo: la 1ª de Picasso, 1934; la 2ª del ruso Boris Grigorrev, 1922. La pintura descarnada de Lucien Freud, fallecido este año. Esculturas de Henry Moore, Giacometti.








   Y Marc Chagall, con sus amantes.







      Llegas a la zona del Medioveo español y te encuentras, entre otras joyas, una magnífica Reja y un Patio entero traído del Castillo de Velez Blanco, en Almería.



     Me gustó mucho el siguiente cuadro del rumano, Víctor Brauner, 1954: "Preludio para una civilación".


        Muchos artistas en ciernes se dedicaban a copiar obras expuestas.



       El jardín del ático y sus vistas se merece otra entrada. Los Impresionistas, el Renacimienmto, el Jardín japonés, 2ª planta, y los Cloisters, en otro edificio, los dejé para la próxima semana. Pero, eso sí, cuando pasé por caja después de salir de la tienda del museo, terminé siendo membership. Me convenció un muy buen y encantador vendedor; ahora creo que tenía razón. Al llegar a la calle me encontré las escaleras repletas de gente y el siguiente grupo cantando. Hacía bastante viento, así que el sonido está un poco racheado. Anyway, disfruta.




2 comentarios:

franciscoforjas dijo...

Mi muy querida Tana, la Reja es de la Catedral de Valladolid. Fue "adquirida" por el muy conocido empresario d de los medios de comunicación William Randolph Hearst. El amigo, el mismo que inspiró la guerra de Estados Unidos contra España en 1898 por el indcidente de Cuba, compró la reja para colocarla en su rancho de San Simeón. Finalmente fue donada en el 56 al Metropolitan Museum de Nueva York. Algunos textos dicen que hay espíritus que aseguran que, cuando la sala del museo queda en silencio, entre los barrotes de la reja se oyen cantos gregorianos que ensalzan al dios Dólar.
Forjas :-)

Blanca Gefaell dijo...

Forjas tiene razón (aprovecho y le mando un abrazo) Estos maravillosos museos de las capitales de los imperios no son otra cosa que el ensalzamiento del espolio. El arte contemporaneo se compra pero el antiguo... si se han llevado hasta capillas románicas de Soria enteritas, piedra a piedra!
Tú, disfruta. Mil bicos atlánticos